Freixas evoca La Elegante Habana y obtiene PREMIO FIART 2019

Freixas evoca La Elegante Habana y obtiene PREMIO FIART 2019

Rafael H. Méndez

Declina la tarde, encajes y bordados sobresalen del carruaje para exhibirse sutilmente como dictaba el protocolo colonial que las habaneras lucían con gracia. El Quitrín (1848 c.) dibujo litográfico de Federico Mialhe representa a las paseantes en un viaje pintoresco por el Paseo de Isabel II, las damas van vestidas de muselina en tonos claros, sentimentales, con mangas cortas, amplios escotes y flores atadas al peinado, La Fuente de la India las contempla impávida, las mujeres pregonan su desenfado, su sensualidad, su rebeldía, y sin recato crean estilo, y este se identifica como cubano, genuinamente libertario.

Todo empezó con este desajuste, con estos desplantes, con estos cambios que el clima, el calor, el afán de destacarse de  criollas y criollos ante los peninsulares, redobló  en el gusto por la apariencia y la ostentación… el viaje de Lo cubano en el vestir comienza en los inicios mismos de la conquista española de la Isla y, lentamente, avanza sobre siglos de historia hasta llegar a la República. Un viaje donde vemos aparecer y perfilarse en atisbos, en pequeñas adecuaciones a los patrones de la moda francesa, inglesa, española o norteamericana, los rasgos de un proceso cultural complejo, que redondea, junto a otras expresiones, la cultura cubana…Fragmentos del texto de presentación de Carlos Celdrán a: Lo cubano en el vestir. Apuntes esenciales de la diseñadora escénica e investigadora Diana Fernández. Ediciones UNION.2018.

Se añora el crujir de las calesas cuando las habaneras recorren en automotor o tranvía una ciudad que se moderniza y ensancha. La Habana cambió, la moda también, nuestras damas deberán copiar de las revistas ilustradas el último grito de París: faldas como corolas tocan el piso, corpiños con cuellos bajos o altos para el día o la noche. Volantes, galones y cintas ceden su lugar a las pasamanerías, incrustaciones y randas bordadas.

Esta vez serán los daguerrotipos y los retratos los que registren la imagen de las mujeres aprisionadas en sus cinturas de avispas. Fieles a la silueta que les oprimía, pero aun así únicas e insurgentes las habaneras iban de compras a los comercios de nombres lúdicos y ensoñadores Le Palais Royal, La Bella Marina, El Rayo de Sol, La Francia, El Escándalo y luego la Casa Grande, El Encanto, Fin de Siglo… hoy visitarían Colecciones Freixas en la calle Galiano # 262 entre Neptuno y Concordia.

El diseñador habanero Mario Freixas celebra con su ciudad los 500 años de fundada en FIART 2019 y ha creado una pasarela de remembranzas femeninas para presentárnosla en el Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, la colección Evocación de mi Habana nos muestra la vigencia del estilo más allá de la moda. De la toile a la pasarela las telas se trasforman en las manos de los modistos del taller de la calle Galiano # 262. Tramas y urdimbres se entrelazan con bordados al Richeliu y encajes de aplicación. Pero la ropa es solo costuras hasta este momento, se convertirá en vestido una vez que cubra las sensuales líneas de nuestras habaneras. La ciudad Maravilla fundada en 1519 despertó la imaginación y la fantasía de marinos y viajeros, de artistas y poetas, desde entonces la imagen femenina ha señoreado exótica y vistosa a través de cinco siglos. Evocación de mí Habana la colección del diseñador Mario Freixas, inicialmente presentada en Nicaragua Diseña, Managua, en la IV Semana de la Moda, Pabellón Cuba y en la Jornada Cubana en Bélgica, nos invita al recuerdo sin anclarse en el pasado; son actuales sus conjuntos y vestidos en tejidos de hilo y lino con detalles artesanales al relieve, todo en gamas de colores alegóricos a La Habana Elegante.

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Una mirada a lo que trae este año FIART. Foto: María del Carmen Ramón/ Cubadebate.