En Cuba podemos detener los brotes de la Covid-19 con disciplina

En Cuba podemos detener los brotes de la Covid-19 con disciplina

“Como hemos podido apreciar a través de nuestro eficiente sistema informativo nacional, en China y en otros países ha sido posible detener los brotes de Covid-19 y poner fin a su transmisión. En Cuba, con el elevado potencial científico médico con que disponemos también puede lograrse ese alentador avance, el cual no será posible sin la colaboración de todo el pueblo”, expresó  la reconocida diseñadora de modas  y artesana textil, Mariela Caridad Alemán Orozco  (Matanzas,1969).

“Por ello —agregó— es necesario ser disciplinados y acatar todas las orientaciones del sistema sanitario y del Gobierno, cuyos esfuerzos por salvar al pueblo de esta pandemia son realmente notables.

Mariela enfatizó que “es muy necesario que toda la población tenga una real percepción del riesgo que enfrentamos ante la presencia de la Covid-19, sobre todo que se comprenda el porqué del llamado al aislamiento social, sobre todo ante el incremento que cada día se reportan de casos asintomáticos”.

Dijo, además, que  “en nuestro país se está actuando con energía y determinación ante cada nuevo caso de la Covid-19, así como en el tratamiento eficaz de los enfermos”.

También innovadora cocinera en el hogar,  la amigable artífice miembro de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas indicó que “hay que permanecer  en casa, ser consecuentes con las medidas relativas a las restricciones de los viajes, los desplazamientos y las concentraciones multitudinarias de personas, pues muchas veces vemos multitudes en las colas, sin respetar la distancia sugerida entre unos y otros. Eso es caldo de cultivo para la Covid-19.

Licenciada en la especialidad de Educación de las artes plásticas, amén de sus varios  títulos relacionados con igual disciplina en disímiles centros docentes de Matanzas, cursos que complementó con otros en muñequería, cerámica y promotora cultural, respectivamente, los trabajos —confecciones textiles entintadas— se destacan por un acentuado simbolismo nacional.

Varios premios y reconocimientos avalan la labor  creadora de Mariela  como diseñadora de vestuario, entre los más significativos se encuentran sus proyectos  con niños y adultos aficionados, como parte de su labor como instructora de arte, el tercer Premio y Premio de la Popularidad del XI Salón Provincial de Artesanía y Utilitaria ACAA 2010, en el Evento Puro Arte Pasión por la Artesanía, y varias menciones en salones de la ACAA y las alcanzadas con las  colecciones de vestuario Sol, arena y mar y Cosechando colores en las ediciones  de FIART 2010 y 2011, respectivamente. El Fondo Cubano de Bienes Culturales le otorgó Reconocimiento por su destacada contribución a los  resultados de la provincia. Ha sido jurado de admisión y premiación de eventos de la ACAA.

Muchos otros éxitos se destacan en el abultado currículo de esta artífice, entre los que sobresale la representación de sus diseños en el célebre Festival Artes de Cuba: de la isla al mundo, en el escenario Milenio del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas, en Washington D. C., donde se reunieron proyectos de unos 400 creadores e intérpretes musicales nacionales en medio centenar de actividades, entre ellas un desfile del proyecto Arte y Moda, en el que se mostraron los vestuarios concebidos por Mariela, junto a los de otros destacados diseñadores.

Las propuestas de esta prolífica artífice se han hecho recurrentes en Arte y Moda. Precisamente, en su última edición —noviembre del 2019— llevó un llamativo atuendo recreado en la obra del prestigioso pintor y grabador  Eduardo Roca Salazar (Choco), Premio Nacional de Artes Plásticas 2017.

“En estos días de confinamiento en el hogar estoy haciendo ensayos en el diseño de los vestuarios, preparando varias colecciones que verán la luz cuando pase esta pesadilla, así como dedicándole un tiempo al hogar, a ordenar un poco las cosas y a tratar de deleitar a la familia con algunos de mis inventos culinarios”, dijo Mariela mientras estudiaba la combinación de varios tintes textiles en su acogedor —y atiborrado de proyectos— taller situado casi en medio del campo, en la planta alta de su vivienda, en la barriada de Las Guásimas, entre Cárdenas y Varadero, desde donde trascienden al mundo sus fantasiosas y multicolores creaciones.

Jorge Rivas | Cubaperiodistas.cu

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